miércoles, 4 de abril de 2012

Las aspereza poética de Tafoya y Cisneros, de Cisneros y Tafoya

por: Ulises Paniagua

Ásperas son las palabras;
ruda como sedimento moscoso la estética de sus versos:
Adriana y Andrés. Andrés y Adriana.

Sus nombres son voces que confluyen en la edición y publicación de libros y revistas, de tópicos duros y contundentes bajo el sello editorial Verso Destierro. Dicho sello, que está a su cargo, es muy prestigiado en nuestro país en materia de publicaciones independientes (y no tan independientes). En su larga lista de más de una centena de autores publicados, figuran nombres de la talla de Max Rojas y Norma Bazúa, entre otros no menos importantes.
     En lo que respecta a la materia poética; entre sus versos (en ocasiones irónicos, otras irreverentes, otras tantas cargados de una explícita sexualidad que  se derrama en el interior de nuestros castos oídos), no falta nunca la lubricidad necesaria para hacer estallar a las conciencias más perezosas.
     Si bien al ejercer durante años el oficio de editores y poetas nuestros invitados parecen haber iniciado todo un movimiento de características retóricas y metafóricas que persigue una misma corriente, debe establecerse que sus voces son muy particulares. Únicas, indivuduales y contundentes. Tres argumentos para considerar a Adriana Tafoya y Andrés Cisneros poetas de gran talento y oficio, pero sobre todo de una congruencia contracultural que es de admirarse en estos tiempos donde los escritores buscan la gloria del sistema. La propuesta de sus versos y el modo particular de comprender y difundir la cultura no guardan oposición alguna entre sí.
     Valga entonces nuestro más sincero reconocimiento para esta pareja de poetas de verso de largo y/o de corto aliento, de destinos enronquecidos por el odio y/o la ira; por la sensualidad, la confusión, la locura y la propia indiferencia con la que construyen su quehacer poético. Un reconocimiento a sus personas y a la labor cultural que realizan en México. Su trabajo es invaluable.
      Si quieren conocer más acerca de ellos, aquí publicamos un par de poemas de su autoría. O bien, pueden contactarlos en las siguientes direcciones electrónicas, para conocer a fondo su obra.

VersodestierrOpoesía para evolucionarte y ser
http://www.versodestierro.com/
http://editorialversodestierro.blogspot.com/




Cántico para la boca de Adriana
por: Andrés Cisneros de la Cruz


Qué bella boca
—la reconozco—
yo he bebido vino de esa vosa boca
de ese ojo de agua mineral
he guardado en las venas de mis manos su exquisito líquido
de labio fractal —le he besado, sí—
invisible, la bráctea tilde de sus grafías sáficas
el garfio en la corona de su Dama, de su alfilada efe
los plexos, folículos blandos, los semas
significantes de su oscura boca, —qué (f)ermosa
forma de fermentar las (ph)alabras—
te reconozco
sabes al dulce de la toronja
a la carnosa gota que madura en gajo
la sabia textura que sabes marinar en el color del alba
Sé, eres la boca
la feroz —nunca falaz—
boca que obsequia formidables figuras
o falenas veloces que se guardan, burbujas de azúcar en mi oído
y se zurcen, pérgola o umbral
verde oblea que se inflama hasta florecer, espina
necesaria palabra —suya boca—
su molino que demuele las sustancias mágicas donde Ella es
y cambia, y fabrica ese bélico aroma
ese ímpetu de limpiarse el polvo que dejan en los nudillos las cosas
Esta boca
es bella porque la he visto decir cosas materiales,
la he visto construir capitolios enteros
con su lengua de mar —o mortaja—
la he visto producir de su oscura fosa, entre los dientes,
el castillo interminable de las palabras que son
actos, objetos animados, seres vivos
que deambulan en esta realidad insuficiente
y clara, de saber
que esa boca existe (incluso oculta detrás
de los árboles infernosos
de lo Aparente)
a pesar del Cáncer reinante
—ya te reconozco—
y deseo palparla con el hado, de éstas, mis falanges
tocarla cuando cierro los ojos —suturo estas bocas ansiosas de ver
las coso, les clavo las pestañas
a estos pozos dientes blancos
sólo para oírla
para reconocerle, boca que me ofrece el alimento
el beso limpio de la palabra
en mi boca —ojos sedientos— herida
de vino y palabra, y vida
y palabra, y más
siempre más palabra, hermosa
—sólida— elegante estructura de sí,
bella porque domina el primero de los juegos de guerra
la nupcia de su ágora y su égloga
su parábola exótica,
su marib-biram
le reconozco
—amo esta boca—
porque no pertenece, no es la sereníssima Saba
y no obedece ni bendice
ninguna mina
ni respeta o accede
a la inteligencia inútil de cien (o mil) hombres
—que piensan lo mismo en sí—
y no busca comprender ni solapa
este rito de adorar
al Orfeón
al buey o aleph
no hay alfabeto que exista para descifrar el lenguaje de esta boca
y es bella, qué bella boca es,
con su palabra lúcida, su hipérbole o parábola
su pérola, pericardio de su lengua
o su perfusión de vocales (abiertas)
alfil que corta la vida, y deseo
ver cómo hace sangrar al tablero
con el bisturí de la inteligencia; cierro los ojos
sólo para oírla, para reconocerle, boca que me ofrece al pez:
beso limpio del mar en mi boca deseosa
de vida y palabra —y más,
siempre más— más palabra.

Poemerolico
por Andrés Cisneros de la Cruz


I
Como pueden ver soy como usted
y no tengo más arma que las palabras
todo el fuego de mis cañones quedó incrustado
en la rabia de cada día
No hay trampa
acérquese a escuchar
esta receta para romper el embrujo de la pobreza
el letargo del temor
la miseria de lo que nosotros
obstinados queremos ver como Imposible
Convencidos caminamos
serenos ante un sol ―que ya tiene dueño
aceptamos la realidad
esa que No nos pertenece
la tomamos
decimos
“quizá en algunos años
lo logre, sea yo
el nuevo carcelero
el señor gerente
del palacio, dueño
de la tienda y sus mascotas”
pero desciendes del tren
manchado con el sudor del prójimo
amodorrado de sueños líquidos
: Haz la paz
el amor
recomiendan para combatir el estrés
yoga (profilaxis del alma)
: haz nudos tu ser
date masaje en los pies
consiéntete
te lo mereces
trabajas todo el día
haz la paz : te dicen
esa es la consigna
no dejes que nada te agobie
tú estás en tu centro
concéntrate
déjate llevar al núcleo de los pensamientos
que te arrastren a otra superficie
imagina (como dice la canción)
que hay un mundo mejor
en el que tienes coche (bonito, del color que más te gusta)
casa (quizá no la mansión, pero lo importante es
que en algún momento termines de pagarla)
un dinerito guardado
y dos que tres pesos para ir al cine
y comer esquites, porque aquí
todos crecimos con la sensación de ser pobres
(hospitalarios y buenas personas, limpios ante todo)
guardándonos del lujo de las frituras en la calle
absteniéndonos de comprar más que lo (estrictamente) necesario
y esa es la ley
y se debe de acatar
a fin de cuentas la institución de nuestras ideas
así lo ha formulado
para no salir perdiendo
¿perdiendo qué?
ya no lo recordamos
tampoco importa
nadie quiere perder
¿o usted sí?
¿apostaría ahora mismo su vida
por una vida nueva?
¿No?
pero ni siquiera ha visto
esta otra vida
de la que le hablo
Ve a lo que me refiero
no se vaya señora
—fíjese, ahí está el detalle—
enójese
pero no se vaya
manotee, dígame el color de la ira
salpíqueme con su odio
Pero es
una mentira
no hay paz
la paz sólo existe
en el útero de la guerra
y cuando nace
se vuelve
nueva confrontación
del mundo
¿No es cierto
que cuando usted sale en la mañana
el vecino ya dejó la basura en la calle
y los niños rayaron el coche —el mismo de sus sueños— ?
Señor, señora, niño, niña
¿no es verdad que hay veces
que quisieran arrancarle la cabeza a golpes
al ladrón que se esconde en los callejones
(o al señor presidente que para el caso es lo mismo)?
Haz la paz
es una frase mal empleada por los médicos del confort
en todo caso hacer la paz
sería estar concibiendo todo el tiempo
¿y quién puede hacer eso?
¿Puede usted acaso resolver siempre todos sus problemas?
Somos un conflicto
un caos
un gran laberinto que nos lleva a otro laberinto
cierto, somos caos
pero no el caos en sí
Es como dejar caer los palillos chinos sobre la mesa
y luego escoger un orden para levantar cada unos de los palos
: somos ese caos
el caos de levantar todos los palillos
para luego volver a echarlos sobre la mesa
un conflicto que se renueva una y otra vez
―no hay paz―
en paz descansan los muertos
nosotros
ustedes
el niño de la bicicleta
el Juan y la señora de los tacos
estamos vivos
y nos encanta rabiar
sacudir nuestros cuerpos al ritmo de la vida
meternos bajo los aguaceros
enfermarnos
para estornudar la muerte
No sé qué hacen ahí parados, escuchándome
mejor agarren sus cosas, dense la vuelta
y aléjense de aquí
regresen a sus vidas
porque la función está
por comenzar.


Andrés Cisneros de la Cruz
(1979, Ciudad de México)
Estudió Letras Hispánicas en la UNAM y Comunicación Social, en la UAM. Ha publicado los poemarios Vitrina de últimas cenas (2007), No hay letras para escribir tu epitafio (2009), Como la nieve que dejan los muertos (Ediciones Pasto Verde, 2009, Poesía sin Permiso, 2010) y Ópera de la tempestad (Metáfora/VO, 2011). Obtuvo el segundo lugar del Certamen Relámpago Internacional de Poesía Bernardo Ruiz (2008), mención honorífica en el Concurso Nacional de Poesía Jaime Sabines (1999), otra mención en el Concurso Nacional de Poesía El Laberinto (2004) y el segundo lugar del Concurso Nacional de Poesía Temática Tinta Nueva 2011. Creador y organizador del Torneo de Poesía Adversario en el cuadriláterO que se realiza desde 2007, a la fecha. Y coeditor de 40 Barcos de Guerra (antología realizada por 42 proyectos independientes). Ha sido incluido en diversas revistas y antologías de México, España, Portugal, Nicaragua y Argentina. Actualmente es editor de la revista y editorial VersodestierrO.



Pellet de cerdo entre las flores

por: Adriana Tafoya

                                          

Quién sabe hasta qué grado
Uno puede entregar un hijo
al arco de la noche.
Quién sabe cuánto pueda llorar un padre
la muerte de su hijo
en la oscura llamada de una noche.

Sólo (tal vez) lo sabe la piedra
enterrada húmeda
dentro de los húmedos bosques.
Sólo en la tierra lo sabe una madre,
                apretando  sus                                                                                                 manos                                                                                                   
dentro del agua    en el oscuro bosque.

Quién sabe lo qué es el llanto si llueve.
Quién sabe lo que significa un hijo de agua
cuando el cristal     gota salpica entre las flores,
marca de sangre que se aclara si llueve.

Qué pasa cuando el mirar del ojo
cruza por el arillo     la espira
del rabo de un cerdo entre los musgos,
lechón sobre la piedra,
en medio de las flores blancas
y rojas
de la negrura de un bosque
que es la madre
tierra    blanda por el llanto incontenible
que significa la muerte de un hijo y su idea.

                                    Qué significa.
                            Que da significado.



Animales seniles VI

por: Adriana Tafoya


Traspasamos el portal con los labios impregnados de violetas
para mamar las ponzoñosas carnes del mito
membranas que enlazan en hirvientes rosas profanas
árboles flotantes de frutos geométricos
amargos y palpitantes de carroña
son sangre frutal
que se altera
se extingue y enflora
donde explotan granadas
caliente granizo rojo
en las ramas del cielo
¿para qué buscar el paraíso?
si tenemos este polvo que hormiguea de tan vivo
con sus múltiples niños apoyados en sus diminutas manos
para nacer torcidos de la ennegrecida tierra
se esparcen
se destrenzan
y son muñecas

órganos no de la entraña sino de las formas viscerales
no y sí del mirto que aprieta
un reloj en sus grecas
que enraíza
a la vez que se desprende
de este terreno terminal y breve
en el que duermen siniestros cisnes y canosas libélulas
donde los chupamirtos son flores
y se desgarran en lujuriosas y azules naranjas
que al comerse desnudas
en el pliegue de la entraña
son agujas que se ensartan y trenzan
entredevorándose dentro de los cuerpos
he aquí el infierno

Adriana Tafoya
Poeta y Editora. Ciudad de México.1974. Libros publicados: Animales Seniles (2005), Enroque de flanco indistinto (2006), Sangrías (2008), El matamoscas de Lesbia y otros poemas maliciosos (Ediciones Pasto Verde, 2009 y segunda edición Bitácora 2010) y Diálogos con la maldad de un hombre bueno (Editorial Ultramarina Cartonera, España, 2010). Obtuvo el segundo lugar en el Concurso Nacional de Poesía El Laberinto (2004), el primer lugar en el I Slam de poesía organizado por la Alianza Francesa (2007) y el tercer lugar en el Certamen Relámpago Internacional de Poesía Bernardo Ruiz (2008). Fue conferencista en el Festival Internacional de Ajedrez 2006, organizadora de los Miércoles Itinerantes de Poesía (07/08/10) y creadora del Torneo de Poesía Adversario en el cuadriláterO (07/08/09/10). Ha sido incluida en diversas antologías poéticas, entre ellas el Anuario de poesía 2007 (FCE, 2008) y Paisajes Interiores, anuario de poesía 2010 XVIII Encuentro Internacional de mujeres poetas en el País de las Nubes. Es compiladora de 40 Barcos de Guerra, Antología de Poesía (Coedición de 42 Editoriales Independientes, 2009). También ha colaborado en suplementos y revistas de México, Argentina, Nicaragua y España. Es editora de la revista y editorial VersodestierrO, y consejo editorial de Metáfora, hoja de poesía.






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